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Cómo pintar en clave FAUVE. El fauvismo.

 

Lo plano es belleza. Hay veces en que uno quiere dejar atrás la perspectiva atmosférica -lo impresionista- y adentrarse provisto de acuarelas y gouache en el mundo de lo plano, en el de los planos y el cine. Esta composición está realizada con gouache y acuarela y texturizada con Office 365. Su título es: Entrar en la noche como en el cine. Y no es lo que puedo ver en el mundo real, pero sí en el artístico en que me muevo.

© Macarena Márquez Jurado

 

<alt="Pintar de forma fauvista"/>
Adentrarse en la noche como en el cine
Macarena Márquez
Acuarela y Gouache

Material Utilizado:

·      

Papel de grano fino, 370gr/m2.

 

Me gusta bastante este papel de grano fino para utilizar gouache y acuarela.

El gouache, al ser denso y mate, se desliza mejor

 

Acuarela de tubo

 

Gouache Blanco 

 

Acuarela Líquida

 

Dejo el enlace a este set de colores primarios para empezar a trabajar con este tipo de acuarela. La marca es de primera calidad. 


     Ceras Acuarelables 


Los colores seleccionados para esta composición inducen al sueño, a la calma. Vienen a ser como una clase de yoga, o una meditación, un adentramiento, pero en clave colorística. No es lo que veo, sino lo que quiero ver, y veo. Y plasmo.

 

He seleccionado antes de pintar el Movimiento Fauve porque es el que mejor permite esta abundancia. Para los Fauve, la predominancia está en el color. Es el color el que dibuja, y no la línea. Es un arte en donde la perspectiva atmosférica deja de funcionar como así lo vio y lo expresó uno de sus representantes principales, por no decir el principal, Henry Matisse. 


Matisse vivió durante casi toda su vida en Niza, en la Costa Azul. Al principio de su estancia, residió en primera línea de playa, en donde los contrastes de luz y sombra son continuos. Si habéis observado, se trata de un espacio en donde no hay un minuto sin que el grado tonal suba o baje.  En hoteles como El Mediterráneo, primero, en donde pintó su serie de Odaliscas, o el Hôtel Nice Beau Rivage, en donde pintó su famoso cuadro: Tempestad en Niza, reconocida su habitación por los balaustres que se atisban en la parte inferior.


Hablo de estos lugares porque son espacios marítimos, de luces, sombras y evoluciones de la luz. Son visitables. Y recomendable hacerlo. Niza es uno de los lugares más artísticos. Es difícil encontrar mejores luces y tonos en el planeta. Lo que resulta paradójico, y deja entrever al gran artista, es que, un pintor mediocre nunca se hubiera atrevido a modificar una realidad inigualable como es la marítima. Sin embargo, él entra en diálogo con la luz y su proyección, la temperatura, el grado de humedad. Hace una inmersión en los valores tonales de la atmósfera hasta dar con su canal de expresión, el fauvismo, en donde a todos estos valores han sido reducidos a un valor predominante: EL COLOR.




En el fauvismo, el sol no proyecta sombras. Y tampoco la luna. La degradación tonal no existe, de ahí la planitud de los colores. Para conseguir esos colores sin progresión de matices, sólidos, actualmente llamados colores block, el propio Matisse empezó a usar papeles coloreados con temperas. Los recortaba y así encontraba soluciones. Con esta técnica compuso su gran obra: La Danza, en donde predominan los tonos anaranjados, los azules y los verdes. Los fauvistas utilizaban una pincelada llena de vigor, tendente a lo grueso, sin matices ni gradación, en donde lo plano es la perspectiva. El término procede del crítico Luis Vauxcelles, que, al contemplar una pequeña escultura clásica de un niño, cuyo autor era Louis Marquet, y que se encontraba en el centro de la sala rodeada de los cuadros fauvistas, exclamó con sarcasmo: “Donatello entre las fieras”. La palabra Fauve significa fiera en francés. Sucedió en el Salón de Otoño de 1905. En París.

 

La acuarela, la témpera, la acuarela líquida, la tinta china o las ceras acuarelables, todas las pinturas al agua son sólo medios. Como el óleo o los acrílicos. Con ese medio se puede pintar en muchas claves. Está claro que hay un tipo de acuarela clásica, de transparencias, cielos gaseosos y barcos en donde quiero navegar. En donde navego. Pinto acuarela clásica. A veces. Pero el arte es inabarcable, y ese barco de acuarela clásica siempre está abierto a otras vías. El mar es el mismo: En este caso, la Acuarela, la témpera. Pero el rumbo cambia.

 

Hay acuarelistas ortodoxos que se resisten a salir de la línea acuarelística más clásica. Es respetable y no dejo de admirar su obra todos los días. Pero somos muchos, menos ortodoxos, los que nos abrimos a todas las aportaciones, las clásicas y las menos clásicas, y también las que aún están por llegar. Picasso pintaba con óleo, el óleo era el medio -aunque no siempre-. Y también Rubens pintaba con óleo. Uno en clave cubista, y el otro en la barroca. El medio es óleo, pero no las claves artísticas.

 

Lo mismo sucede con los acuarelables todos. Son medios. Con este medio se puede pintar en clave cubista, barroca, clasicista, naif, futurista, abstracta… Y también manierista. Nuestro tiempo es manierista. No se inventa nada. Con lo inventado, sea cual sea el medio en que cada artista se sienta cómodo, y los nuevos medios en batidora permanente, experimentamos.




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Macarena Márquez Jurado Wikipedia

www.macuarela.com


Libros de la autora: 

La Cuestión 106 - Novela

Con Dos Rombos - Novela

Treinta y siete minutos en el atasco - Novela

Bárbara de Braganza - Biografía Histórica

El Fantasma de Cervantes







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