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EL VIOLETA DE COBALTO

En este artículo se explica todo sobre el color Violeta de Cobalto: Su evolución a lo largo de la Historia del Arte. Su uso en Acuarela con ejemplos prácticos. 


Índice Internacional de los Colores.

Nombre y número IC:  PV14

Descripción Química: Fosfato de cobalto

Color: Violeta de Cobalto

© Macarena Márquez Jurado


He descubierto por fin el verdadero color de la atmósfera. Es violeta. El aire fresco es violeta. Monet.

El Violeta es el séptimo y último color del espectro visible. Todo lo que se encuentra más allá de esta frecuencia de luz se denomina Ultravioleta (ultra=más allá),  y no es visible para el ojo humano a excepción de algunos niños o adolescentes con el cristalino aún muy joven. En cambio, estas luces más allá del espectro visible para humanos, sí pueden ser detectadas por algunos insectos y animales. Las mariposas y las abejas, por poner un ejemplo, detectan las luces ultravioletas, lo que ayuda a la polinización. También divisan las ondas ultravioletas aves o peces. Y en menor medida algunos mamíferos, por ejemplo los renos. Aunque todo ello está en estudio, y parece que gatos o erizos también podrían tenerla.


Esto en cuanto al violeta del espectro de la luz.


En el sistema de color RYB (Red, Yellow, Blue) y la teoría del color tradicional, el Violeta pigmento, que es del que se trata este artículo, es un color secundario resultado de la suma de rojo y azul. Y de todos ellos, el Violeta de Cobalto, es el obtenido a partir de un mineral: el Cobalto.

 

<alt="Color Violeta de cobalto"/>

Foto 1: El Violeta de Cobalto www.macuarela.com


Las líneas núm. 1, 2 y 3 son:
 

Es un color que está en la formación de atmósfera, por lo que suelo tener, o godet entero o tubo siempre. Dejo el enlace al tubo, merece la pena no quedarse nunca sin él. 



 La línea 4 está pintada con Cera Acuarelable:

 Dejo el enlace a una caja metálica que lo trae, así como los colores básicos para pintar con esta técnica, por si no queréis adquirir un solo color, ni tampoco las cajas grandes sin ser expertos.

Papel sobre el que se han realizado todas las pruebas del Violeta de Cobalto: 

 Sennelier Papier Artiste  300 g/m2

Guarro 300 g/m2

Arteza 230 g/m2


En algunas de las manifestaciones de la Historia del Arte anteriores al aislamiento del cobalto, se ha constatado la existencia de este elemento. Lo utilizaron egipcios, persas, micénicos, romanos o chinos, que aportaron en su arte, mayor o suntuario, azules que contenían cobalto. Así sucede en vidriados, esmaltes o cerámicas azules que son anteriores al hallazgo de este elemento. Pongo como muestra de azules que contienen cobalto las cerámicas vidriadas de la Puerta de Ishtar del Arte Babilónico (siglo VI a.c.) Y más cerca en el tiempo, los azules de las vidrieras de Chartres o Saint Denis, que también le deben a este elemento su magnetismo. En parte es la dimensión del azul que proviene del cobalto lo que deja suspendido en la ingravidez y la belleza a quienes se sumergen en las naves de estas catedrales. Eso en cuanto a elementos no arquitectónicos, la luz, el color y sus efectos. 


Por tanto, el cobalto se conocía, pero para obtenerlo en toda su pureza sería necesario extraerlo de los minerales mediante procesos químicos, hecho que no tuvo lugar hasta llegar al siglo XVIII.



El éxito del Violeta de Cobalto va unido a la salida a la naturaleza que supuso la llegada de los pintores del siglo XIX. En la pintura de paisaje, y en toda la pintura de exterior, los artistas buscaban reflejar la incidencia de los fenómenos atmosféricos en la luz. Las tormentas, la niebla, el viento, la humedad del ambiente después de la lluvia, la lejanía de las montañas, o la línea y franja del horizonte en el mar, todas estas progresiones de la luz, que son motivo de estudio para el pintor, implican distancia, no rotundidad en líneas y tonos. 


En donde hay humedad marítima o de cualquier origen, no hay una atmósfera tan clara como la que podemos observar y vivir en un lugar de clima seco o continental, mesetas o grandes macizos interiores, en donde la falta de agua hace que los contornos y las líneas de horizonte sean rotundas. Por eso los violetas son fundamentales para estos pintores de la luz. Ya sea en proximidades de ríos, mares, montañas, o en jardines en donde la vegetación y su emanación llenan de partículas la atmósfera, se buscará ese último color de la escala de Newton que denominamos Violeta, que hace que las montañas se alejen, que los árboles de la línea de horizonte resulten sutiles, y que el aire circundante se evapore en nuestro papel o lienzo y nos deje sumidos en la ingravidez. 


Por eso, también, Monet dijo del Violeta de Cobalto, presente en su paleta como queda constatado, que por fin sabía cuál era el color de la atmósfera: “He descubierto por fin el verdadero color de la atmósfera. Es violeta. El aire fresco es violeta” Monet.



El cobalto fue aislado por primera vez en la cuarta década del siglo XVIII por el químico sueco Georg Brandt. Fue precisamente él quien demostró que los azules de las vidrieras mencionadas le debían su color. Unido al descubrimiento del cobalto en su fórmula química, vinieron después los pigmentos.

Primero fueron los azules de cobalto y después los violetas. A primeros del siglo XIX, el químico francés Louis Jacques Thénard descubrió un nuevo color que tuvo gran éxito: El Azul Cobalto, al que se sigue llamando en ocasiones Azul Thénard. Thénard fue el inventor también del blanco de plomo y del agua oxigenada.  Su reputación en el campo de la química fue de tal calibre que pasó a ser uno de los 72 grandes referentes de hombres de la Ciencia que están inscritos en la Torre Eiffel de París en el piso primero. Para los amantes del turismo de lo curioso diré que su apellido: Thénard, se encuentra en el lado de la torre Eiffel que da a la Escuela Militar (lado suroeste, puesto 15 de izquierda a derecha)   



El Azul Cobalto resultaba algo más barato que el Azul Ultramar, que antes de llegar a su fórmula química se obtenía del lapislázuli.  Pero no sólo tiene cobalto el Azul de su nombre, también lo tiene el Azul Cerúleo, el Verde de Cobalto y el color del que trata este artículo, y, si bien fue Thénard el que inventó el Azul de Cobalto, el primer pigmento del Violeta de Cobalto fue obtenido por Salvetat en el año 1859. No es que no se utilizara hasta llegar al siglo XIX, pero no era lo habitual. Había que mezclar rojos y azules para obtenerlo. Y en el caso de utilizar algún pigmento, resultaba muy escaso y gravoso como para ser utilizado en formatos grandes. Por ello, sería adorado por los pintores impresionistas. Pero, también por otros factores. 


 

<alt="Color Violeta Azulado"/>

Foto 2: Violeta Azulado www.macuarela.com


Pero no fue sólo él. Pisarro o Seurat también lo usaron, y según algunos críticos del movimiento, abusaron del color. Lo utilizaron para aportar sensaciones de lejanía, de sombra ligera, de ingravidez atmosférica. Y también, y con gran acierto, para reflejar el otro gran cometido de los pintores de exterior, la plasmación de todos los efectos que producían los adelantos de la revolución industrial en exteriores: emanaciones de fábricas, humos de coches, vapores de barcos, nubes que atraviesan puentes o las incipientes partículas del aire en las grandes urbes. Ningún color para expresar y plasmar la levedad del aire como el Violeta.



Tal y como he apuntado, con anterioridad se utilizaban violetas policromos, obtenidos por la mezcla de rojos y azules, pero no este Violeta de Cobalto del que hablamos. Hasta llegar a este punto, se utilizaba el Púrpura, combinación de rojo y azul, mezcla no discernible a primera vista. Hacen falta análisis de la pintura para verificar esto. Parece que Renoir, a pesar de conocer el color, se mantuvo en la tarea de mezclar los dos colores para obtener los violetas. 



En cualquier caso, sean púrpuras o violetas, son colores poco cubrientes, de gran transparencia. Muy posiblemente, por esta última cualidad determinara Monet que era el color de la atmósfera. Y también para el resto de impresionistas y post impresionistas, que lo veían como parte de las sombras proyectadas, llegando a desterrar el negro de sus composiciones. Pero también precisamente por esta transparencia, y por lo caro que resultaba para lo poco que cubría, fue sustituido en gran medida por el Violeta de Manganeso, pigmento sintético más fuerte conocido como Violeta de Nuremberg.



Paul Gauguin lo utilizaba, aunque no se ha constatado químicamente en su obra, pero sí hay documentos que lo atestiguan. En cuanto a Van Gogh, fue maestro en la utilización de violetas enfrentados a amarillos. El violeta es un color secundario.


 

Los tres colores primarios son: Azul, Rojo y Amarillo y sus complementarios: Naranja, Verde y Violeta. En el caso del violeta, está formado por azul y rojo, le falta el amarillo. Por eso lo complementa y lo busca con nuestra vista. Para una mejor comprensión de los colores complementarios y su uso, remito al artículo El Naranja de Cadmio.



Van Gogh era un maestro en la yuxtaposición de colores primarios y complementarios. Y, si pintaba manzanas o limones, las sombras proyectadas serían violetas por eso de la complementariedad. En la base de ello está el gran teórico del color Michel-Eugène Chevreul, químico francés que investigó sobre la teoría del color y que fue director de la Fabrica de Tapices Manufacture des Gobelins de París. Para comprender el peso intelectual de este químico hay que recordar que sería miembro de La Academia de las Ciencias de Rusia, de Prusia, de Suecia, Turín, de La Academia Americana de las Artes y las Ciencias, o de la Royal Society.   



En 1839 publicó: De la ley del contraste simultáneo de colores y la variedad de objetos de colores, en donde, entre otras cosas, demuestra que un color no es sólo el color en sí, sino el que está al lado, estableciendo el principio de armonía del contraste, por el que los colores complementarios aportan armonía a las composiciones pictóricas. Este principio fue aprehendido y utilizado hasta la saciedad por los pintores impresionistas y post impresionistas. Y también por sus precursores desde los años cuarenta del siglo XIX. Si se quiere profundizar en las aportaciones de Chevreul, su libro se puede leer en línea.



Volviendo al Violeta de Cobalto, hay que decir que se sigue utilizando en la actualidad. Se trata de un color sugerente, elegante y silencioso, sin grandes estridencias, bastante transparente y que vira hacia el carmín, más que hacia el azul. Por la poca fuerza cubriente del pigmento es mejor utilizar el Violeta de Cobalto Oscuro, que a pesar de su acepción “oscuro” sigue siendo transparente.



En cuanto a este color, mezclado con otros colores, sorprende. Dejo aquí algunas pruebas.



La primera (Foto 3), es un violeta de Cobalto mezclado con Amarillo Limón. Me gusta el verde frío que resulta de esta mezcla, muy especial. La segunda (Foto 4) son los colores formados por Violeta con Verde Esmeralda, y Violeta con Azul Cerúleo. En el primer caso, resulta una especie de Azul Índigo que, muy rebajado con agua, utilizo en paisaje urbano, para edificios de hormigón o asfaltos, y en el segundo, al mezclar con Cerúleo, resulta un azul añil muy potente.


 

<alt="Color Violeta con Amarillo Indio"/>
Foto 3: Violeta de Cobalto + Amarillo Limón. www.macuarela.com

 

<alt="Violeta de Cobalto y Azul Cerúleo"/>

Foto 4: Violeta + Verde Esmeralda Violeta  y Violeta + Azul Cerúleo www.macuarela.com


Otras dos mezclas que aconsejo son: El Violeta de Cobalto mezclado con el Amarillo Indio. Como se puede observar es un color terroso muy brillante, que parece improbable que puede resultar de un violeta con un amarillo (Foto 5). Y la segunda, Violeta de Cobalto con Acuarela metálica Oro (Foto 6). El surtido de calidades que dimana de esta mezcla es inabarcable. Lo uso para composiciones de tipo cubista. Os invito a probar porque los resultados son impactantes cuando vamos construyendo bloques de pintura únicamente utilizando estos dos colores.

 

<alt="Indian Yellow y Violeta de cobalto"/>
Foto 5: Violeta de Cobalto + Amarillo Indio www.macuarela.com


<alt="Light Gold y Color Violeta de cobalto"/>
Foto 6: Violeta + Oro www.macuarela.com

En cuanto al oscurecimiento del Violeta, lo podemos hacer con Azul Ultramar o con Carmín de Alizarina en mayor o menor medida. Con todo, es uno de los pocos colores que me gusta oscurecer con negro. El negro no desvirtúa el carácter del violeta. Fotos 7, 8 y 9.


<alt="Oscurecimiento del Violeta"/>
Foto 7: Oscurecimiento del Violeta de Cobalto con Azul Ultramar www.macuarela.com


<alt="Oscurecimiento del Violeta"/>

Foto 8. Oscurecimiento del Violeta de Cobalto con Carmín www.macuarela.com

<alt="Oscurecimiento del Violeta Acuarela"/>
Foto 9. Oscurecimiento del Violeta de Cobalto con Negro www. macuarela.com

Por último, presento una muestra del Lila, color resultante de mezclar el Violeta de Cobalto con Blanco.


<alt="Color Lila"/>

Foto 10: Color Lila www.macuarela.com

Como hemos podido comprobar, el Violeta de Cobalto es un color muy versátil, que sorprende cuando somos audaces en las mezclas. Y que, en su vertiente más pura, sólo mezclado con agua, tal y como se muestra en la foto número 1, llega a tonalidades de amplio espectro. Se puede aplicar tanto para una noche de verano, como para una flor que acaba de abrir, pasando por las montañas que se divisan a lo lejos y por un amanecer en el Polo.  Como decía Monet, el aire es violeta.

 

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Macarena Márquez Jurado Wikipedia

www.macuarela.com


Libros de la autora: 

La Cuestión 106 - Novela

Con Dos Rombos - Novela

Treinta y siete minutos en el atasco - Novela

Bárbara de Braganza - Biografía Histórica

El Fantasma de Cervantes


6 comentarios:

  1. Gracias. Amo sus reseñas sobre los colores. Me encanta aprender 💖

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  2. Gracias por su amable comentario. A mí me gusta compartir estas investigaciones sobre el color y su uso. Es gratificante que den su fruto. Saludos!

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  3. Pedro Ferrer15/4/21, 21:13

    Muchas gracias Macarena por todo el conocimiento que nos regalas. Me encanta tu página y me suscribo.

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  4. Gracias a ti, Pedro. Espero seguir publicando. Es muy gratificante. Saludos

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  5. Gracias por tu comentario. Es muy bonito. Porque, es así. El aire se hace agua. Y no lo había pensado, mucho menos escrito tan bonito.

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