Oscurecer colores con Acuarela no es tarea fácil. No es lo mismo oscurecer cuando trabajamos con óleo, acrílicos o pinturas opacas, que hacerlo con acuarela o tinta china, cuyos valores son transparentes. Sobre esto se ha hablado mucho. Por tanto, voy a intentar explicar cómo oscurecer con ejemplos.
Dedicado a mi química preferida, Sofía, y su personal forma de entender el color a la hora de decorar, de vestir, de vivir.
Lo primero para comprender
cualquier paso que demos es definir, intentar acercarnos a lo que significa la
palabra oscurecer. El Diccionario de La Real Academia Española define oscurecer en primer término
como el acto de: Privar de luz y claridad. En lo que a pintura se refiere su
definición es la siguiente: Dar mucha sombra a una parte de la composición para
que otras resalten. Es decir, que no se trata de hacer opaco un color, o de
desvirtuarlo, sino de restarle claridad o luz.
Figura 1. Oscurecer colores. Rojos. Acuarela sobre papel Sennelier. Macarena Márquez Jurado |
Como se puede observar en la
Figura 1, el rojo oscurecido con carmín (1) llega a ser poderoso, es un color
intenso, que no deja de ser alegre y expresivo a pesar de oscurecer al
Bermellón, incluso lo intensifica y le aporta belleza. En cuanto a este mismo color
mezclado con Azul Ultramar (2), es otra forma de oscurecimiento del rojo, menos
brillante. Lo hace virar hacia tonos caldero que a veces desearemos obtener, y
no por ello deja de ser rojo. Imaginemos un marinero veneciano. Tiene su
camiseta de rayas. En la zona de luz esa raya será roja, y en la zona de
sombra, esa misma raya será caldero. Es solo un ejemplo. Muy simplificado,
claro. Para una mejor comprensión de lo que es oscurecer.
Me encantaría decir que esto
es una tarea muy fácil, oscurecer, pero no es así. Es más, me parece uno de los
secretos de la pintura de todos los tiempos. Sólo los genios de la pintura lo
hacen y han hecho bien.
Porque no se trata de añadir
negro, aunque puede ser y lo voy a explicar a continuación, sino de elegir el
negro u otros colores. Y también se trata de elegir bien lo que pintamos al
lado, ya que un color no se manifiesta en su totalidad sin su compañero en el
papel. Los colores que rodean a un color concreto alteran dicho color, le dan
luz o se la quitan. Y también modifican nuestra percepción de este. Los
colores, dependiendo de los añadidos que hagamos a nuestra composición conforme
avanza, resultan inestables, y, sobre todo, son dependientes entre sí. Por
tanto, no podemos hablar de un color concreto cuando vemos una obra, ya sea
acuarela, óleo, acrílico o el medio que sea, sino que ese color dependerá de lo
que haya a su alrededor.
Por esta inestabilidad y
dependencia, por la inconcreción que está en el corazón de los colores, la
tarea de oscurecerlos se torna no ya en algo muy difícil, sino mucho más
inestable, dependiente e inconcreto que el color en sí. Esto es algo que
cualquier profano en la materia puede percibir, y que han estudiado teóricos
del color y de la percepción como John Ruskin, Johannes von Allesch, Kandinsky
o Rudolf Arnheim.
Por ello, para no perdernos en
disertaciones, comienzo ya a mostrar algunas pruebas de oscurecimiento de los
colores al margen de lo explicado en la figura 1.
En primer lugar, presento la
forma básica de oscurecimiento de colores. Para ello he mezclado los colores
primarios: Rojo, Azul y Amarillo con Negro. Y, en segundo lugar, he mezclado
dichos primarios con Gris Payne. Se pueden hacer otras combinatorias, pero hay
que empezar por algo. Desde vuestros comentarios me pedís siempre que comience
con lo más simple, y así hago.
Figura 2. Oscurecer colores. Rojo con Negro o Gris Payne. Acuarela. Macarena Márquez Jurado |
En la figura 2 se puede
observar, en la parte de arriba el oscurecimiento del Rojo Bermellón con Negro,
y en la parte inferior, el mismo rojo oscurecido con Gris de Payne. Sobran las
palabras para mostrarlo. Lo mejor es ver, observar lo que sucede. Es un
oscurecimiento, pero el resultado no es el mismo.
A menudo, sobre todo cuando se
está empezando, se oscurece todo con negro, o con gris, y esa es una forma
reduccionista de comprender la ausencia de luz o una merma del brillo. Tampoco
con ello quiero decir que no haya que hacerlo. Todo dependerá de la latitud, la
temperatura del aire, la estación o lugar geográfico concreto que queramos
expresar. Sin olvidar que la vegetación también altera la luz, la calidad de la
tierra que pisamos, y nuestro propio estado, que se proyectará en todo lo que
pintemos.
Figura 3. Oscurecer colores. Azul con Negro o Gris. Acuarela. Macarena Márquez Jurado |
En la figura 3 muestro la
misma combinatoria. En la parte superior he mezclado Azul con Negro y en la
inferior, el mismo color con Gris de Payne. A mí me encanta el Ultramar con
Negro. El resultado es muy potente, expresivo para mostrar ciertas
profundidades del agua, la noche, sombras muy oscuras, tejidos negros que
muchas veces dan un resultado más artístico oscureciendo azules. En cuanto al
Azul oscurecido con Gris Payne, arroja un resultado más verdoso, menos profundo,
y muy útil dependiendo de lo que estemos pintando.
En este sentido, quiero
apuntar que oscurecer no es una regla matemática. Pintar no es matemática, no
es química mezclada en probeta, aunque también lo sea. Hay una belleza inmensa
en la matemática, no digamos en esas probetas de laboratorio llenas de líquidos
preciosos que no existen ni en la Naturaleza. Pero no sería exacto, ni
artístico, si cada vez que pintamos con acuarela y quisiéramos oscurecer
dijéramos, introduce en el mortero: 10 ml de Agua destilada, 5 mg de Azul y 0.3
de Negro. Eso es lo que muchos de vosotros que estáis empezando quisierais y
pedís en el momento en que acudís a clases. Cuando uno aun no es diestro en una
materia necesite anclajes, picaportes, pasamanos, cuerdas, puertos, mucho orden
para no perderse. Todo es poco. El agua es libre y se mueve libre por nuestro
papel cargada de colores que reaccionan como quieren en los distintos papeles
que utilicemos. Por eso, esto que os
muestro solo es una forma de empezar a hacer pruebas. Con un orden, pero
ensayos que a cada uno resultará de un modo dependiendo de múltiples factores.
Figura 4. Oscurecer colores. Amarillo Con Negro y con Gris Payne. Acuarela. Macarena Márquez Jurado |
Y he dejado para el final el
color más difícil, según mi humilde experiencia. Necesario, frágil y potente a
la vez, alegre, luz en sí misma. Quizá por eso mismo, el amarillo es un color
tan dificultoso de utilizar, con complejidades que no tienen otros colores
básicos. Al pintar con él podemos hundirnos en un alarde artificioso, o
ensuciarlo hasta hacer que nuestra composición pierda su limpieza. Oscurecerlo
es casi un imposible.
Aquí os dejo la misma
secuencia que he utilizado con los otros dos primarios (Figura 4). En el primer
caso, he mezclado con negro. He añadido poco pigmento para que el amarillo no
desaparezca, aunque también quiero reseñar que no es un color tan débil como
para fulminarlo con otro. El amarillo modifica intrínsecamente los otros colores. Parece que desaparece, pero no lo hace. Es como borrar el sol. De
noche no lo vemos, pero ahí está. Pensemos en un crepúsculo de verano, de esos
lentísimos de julio o de agosto. Una vez que el sol se ha puesto y no lo vemos,
sigue incidiendo, no desaparece.
Continúa alterando esos cielos y horizontes que nos parecen imposibles
de abordar sin caer en el emborronamiento o la cursilería. Y de igual forma
sucede con el amarillo, que creemos taparlo, pero no podemos. Se queda y
modifica nuestras noches, nuestros mares sin luna, o los tejidos pintados con
acuarela. En la parte superior de la
figura podemos ver lo que sucede al mezclar amarillo con negro. En cuanto a la
parte inferior, lo he mezclado con Gris Payne. Esquemáticamente, si pintamos un
bronce al que le da una luz fuerte de mediodía, el lado iluminado apuntaría al
amarillo y el lado oscuro viraría hacia el color verdoso. No sería un negro por
poca luz que reciba.
En el segundo artículo dedicado al oscurecimiento de colores con acuarela: "Cómo oscurecer colores con complementarios", seguiré profundizando en la luz y
en la oscuridad y cómo plasmar la complejidad de la luz.
Espero que, al menos, este
artículo haya inducido a la reflexión sobre los valores de la luz y su
ausencia. Después de ello, todo es experimento.
Y ahora dime: ¿De verdad que
vas a pintar sólo con negro la pantalla de tu ordenador? Es probable que
quieras hacerlo. Pero, si lo haces, que sea porque quieres, no porque no veas
otros tonos.
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Macarena Márquez Jurado Wikipedia
Libros de la autora:
Treinta y siete minutos en el atasco - Novela
Bárbara de Braganza - Biografía Histórica